viernes, 10 de abril de 2009

LA BELLEZA Y RIQUEZA DE NUESTRA GUATEMALA

Estamos tan acostumbrados a ver los periódicos, las noticias ver tantas cosas feas que los últimos años azotan nuestro país, violencia, asesinatos, corrupción, etc., y nos hemos olvidado de valorar la belleza que nos rodea, nuestra riqueza, nuestros paisajes tan hermosos, estamos tan llenos de ellos que podemos salir de nuestra casa y ver un hermoso amanecer o un atardecer.




Cada región de Guatemala tiene temporadas altas de visitas, sin embargo es visitado por una gran cantidad de gente durante Semana Santa, mucho más que los tradicionales fines de semana. Guatemala posee un sin fin e inigualables paisajes que lo dejaran maravillado.




Imagínese 33 volcanes y 19 distintos y diferentes ecosistemas en un área de únicamente 41,700 millas cuadradas. Descender de un bosque cubierto por la densa niebla a un seco y cálido desierto en tan solo unos minutos, dejar el área urbana y arribar a una selva tropical en menos de una hora.




En Guatemala el paisaje cambia de un instante a otro, desafiando la imaginación en todo el camino: playas, reservas naturales, volcanes, lagos, ríos y el siempre presente verde de sus montañas convertirán su visita a Guatemala en una experiencia extraordinaria y llena de aventura.




Si anda en busca de aventura que combine mucha actividad física y experiencia única Guatemala le ofrece una opción. Si desea escalar una imponente volcán, explorado cuevas misteriosas, atravesar una jungla tropical o acampando en un bosque del Altiplano. Guatemala cuenta con atractivos turísticos de variedad inigualable. Cuenta con el lago considerado más bello del mundo: Atitlán. Cada región, cada departamento, cada municipio, cuenta con mucho qué ofrecer. Generalmente se asocia un clima con cada región (Oriente cálido y Occidente frecuentemente frío), pero la verdad es que Guatemala cuenta con muchos microclimas, lo cual permite que tenga una riqueza en flora y fauna incomparable.




Panajachel es un municipio y ciudad del Departamento de Sololá, en Guatemala. Se ubica en un valle en la margen norte del lago de Atitlán. Panajachel es también el punto de partida para visitar diferentes pueblos en los alrededores: Santiago Atitlán, Santa Catarina y San Antonio Palopó, famosos por la calidad de sus tejidos. Durante el período de la Conquista las orillas del lago fueron testigos de una gran batalla en la que los españoles y sus aliados cackchiqueles vencieron a los tzutuhiles, quienes eran los nativos de la región. Pronto los españoles instalaron una iglesia en Panajachel y utilizaron el pueblo como un centro para la conversión de los indios de la región a la fe católica. La fachada original de la iglesia todavía está en pie y es una de las joyas del estilo colonial en Guatemala.




Pana, como es llamado por los pobladores, es un pueblo lleno de pequeñas sorpresas, como la vista espectacular, el clima, la tranquilidad y la amabilidad de sus habitantes. En Panajachel existe un gran número de restaurantes y hoteles de calidad, así como lugares de vida nocturna. Además, la calle principal de Panajachel es uno de los mejores lugares para ir de compras en Guatemala.




El accidente hidrográfico más importante del departamento de Sololá en Guatemala lo constituye el lago de Atitlán, que es una de las principales fuentes económicas del departamento, pues además de ser un centro turístico de mucho atractivo, sirve de mucho apoyo comercial. Respecto al origen del Lago Más Bello del Mundo como es considerado Atitlán, hay dos corrientes de opinión. Una de ellas opina que el lago es un viejo cráter muerto y la otra que el surgimiento de los volcanes interrumpió el curso de los tres ríos que vienen del norte, los cuales, al reunir sus aguas en el lugar, dieron origen al lago.




A una hora de la Ciudad Capital, bajo el manto de nubes caprichosas entre Sacatepéquez y Chimaltenango yace, generalmente escondido, un gigante verde: el Volcán de Acatenango. Es el tercero más alto de Guatemala y, por muchas razones, el preferido de miles de montañistas nacionales y extranjeros que, una vez han visto el cielo desde su cima, prometen regresar a contemplar esa vista inigualable, dándose ya como integrantes del mundo del montañismo. Junto al coloso, al sur, se encuentra su hermano el Volcán de Fuego, el cual proporciona una vista asombrosa, mezcla de fuerza y tranquilidad por la actividad volcánica que deleita con rojos asombrosos por la noche, además, puede sentirse cerca si se está en el cráter del Acatenango. Los locales le denominaron el Volcán Encantado debido a las espesas neblinas que cubren sus senderos frecuentemente. Son muchos los experimentados montañistas, quienes a pesar de sus conocimientos se han perdido más de alguna vez debido a que la visibilidad suele ser tan escasa, y continuar caminando en estas condiciones los ha retornado a los sembradíos de maíz, o los ha llevado a las fincas privadas de los alrededores. Otros con menos suerte han caminado perdidos durante horas.




Quienes hayan subido a su cima y caminado en sus senderos, podrán confirmar que El Volcán de Acatenango merece más que ser mencionado en las guías de volcanes de Guatemala: merece un capítulo entero para sí. Es necesario estar ahí para comprender y sentir lo impresionante del paisaje desde la cima del Volcán Acatenango, quien permite ver el Lago de Atitlán y los volcanes que lo rodean; cuando está lo suficientemente despejado se alcanza a observar los volcanes Tajumulco y Tacaná. Las montañas y volcanes reciben cientos de aventureros año con año, nacionales y extranjeros, que ascienden por sus senderos buscando esas vistas. Algunos hacen ascensos grupales, otros en solitario. Y aunque se tomen fotografías y que éstas valgan más de mil palabras, es imposible capturar la dimensión real de cómo se ve el mundo desde arriba.
Es así como cientos de personas seguirán ascendiendo mientras otras aún se preguntan por qué vale tanto la pena, sin poder imaginar lo que se siente ver a Guatemala bajo un manto de nubes.




Esta en nuestras manos el valor que le demos a nuestra Guatemala, al menos yo si Amo a mi país y me entristece tanto lo que últimamente pasa, pero nunca es tarde para darnos cuenta que a pesar de todo la belleza nunca se perderá, pueden pasar mil años y Guatemala seguirá hermosa como hasta ahora. Solo es cuestión que nos demos cuenta que así es, tratemos por un momento olvidar las malas noticias que vemos en los periódicos y en la televisión; y aprendamos a amar nuestro país y a cuidarlo para que nuestros hijos y nietos lleguen a conocer su belleza y riqueza.

5 comentarios:

  1. depende mucho de nosotos superarnos como guatemaltecos... somo muy afortunados no todos los paises tienen esta maravilla... hay q agradecerle a Dios por permitinos ser guatemaltecos.... y estar orgullosos de ello!!!

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  2. muchas veces no sabemos valorar las cosas que tenemos aun cuando lo tenemos frente a nosotros pero cuando llega el día que lo vemos perdido es cuando nos damos cuenta que lo necesitamos. nuestros recursos naturales se están acabando por no saber cuidarlo y esto nosotros mismos lo permitimos al ver como las personas cortan nuestros arboles y no siembran ni uno solo, para que vuelvan a reproducirse, los arboles son un recurso renovable pero se agotara si no lo sabemos cuidar.....

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  3. ESTA WEB ES BIEN BONITA Y NUNCA HABIA VISTO A GUATEMALA TAN BIEN Y SABER TODO LO QUE POSEEMOS EN GUATEMALA

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  4. esta lindo esta imformacion gracias chic@s

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