martes, 17 de noviembre de 2009

La Musica en el Barroco

El auge de la música instrumental
La música instrumental, que en la época anterior dio el primer asomo en la música académica, tiene un auge sin precedentes en los siglos XVII-XVIII; por primera vez en la historia, la música vocal e instrumental están en plena igualdad. La música instrumental alcanzó su primera madurez, hay un gran florecimiento en géneros, técnicas, intérpretes y compositores que se acercaban a un profundo conocimiento de los instrumentos.

El cultivo de la música puramente instrumental llevó a un importante desarrollo de la técnica, al servicio de una fuerte expresión emocional. Se destacó el caso del violinista Arcangelo Corelli quien, según el testimonio de François Raguenet, cuando tocaba en público "perdía el dominio de sí mismo", tenía los ojos enrojecidos y, pese a todo esto, lograba expresarse a la perfección.

Sonata, Cantata, Toccata
La sonata barroca —que no debe ser confundida con la sonata clásica de forma sonata— denota una composición para uno o dos instrumentos de cuerda o viento y bajo continuo, dividida en tres o cuatro movimientos de carácter contrastante, habitualmente allegro-adagio-allegro (sonata da camera) o adagio-allegro-adagio-allegro (sonata da chiesa). La alternativa contrastante de movimientos sucesivos es herencia de la suite o serie de movimientos de danza, que habitualmente alternaban una danza baja o de paso, más lenta —como la pavana— con otra alta o de salto, más rápida —como la gallarda.
De un modo equivalente a la sonata, la cantata es una composición para canto solista y bajo continuo, cuya estructura habitual es recitativo-aria da capo. El equivalente en la música para instrumentos de teclado es la toccata.

El Barroco fue una época de esplendor para muchos instrumentos, como por ejemplo el violín, el clavecín y el órgano, se cultivó intensamente la música de cámara para grupos instrumentales con acompañamiento de bajo continuo.
También aparecen intérpretes virtuosos que por su gran destreza técnica explotan al máximo el instrumento, como Johann Sebastian Bach y Dietrich Buxtehude en el caso del órgano; Domenico Scarlatti, Jean Philipe Rameau y François Couperin al clavecín; Gottfried Reiche (1660-1734) a la trompeta; y Antonio Vivaldi, Arcangelo Corelli y Giuseppe Torelli en el violín.

La Triosonata o sonata en trío
La heredera del género polifónico renacentista y la principal forma de cámara del Barroco es una sonata para dos instrumentos agudos (frecuentemente violines), uno bajo, y el continuo, (el clavecín en la sonata da camera y el órgano en la sonata da chiesa) que era el encargado de completar las armonías, de modo que la triosonata requiere cuatro ejecutantes, pues la línea del bajo era interpretada por la viola de gamba, el bajón o un instrumento similar y el continuo doblaba esta línea y realizaba el "relleno armónico". Se destacan las obras de Corelli, Pergolesi, Sammartini, Händel, Buxtehude y Bach.

El concerto grosso
A mediados del siglo XVII se convierte en el género instrumental más típico de la época. A diferencia de la música de cámara, cada parte es ejecutada por más de un instrumento, como ocurre típicamente en la orquesta. La ejecución a tutti alterna con pasajes a soli a la manera de la triosonata.

Importantes centros del género instrumental concertante son Módena, Bolonia y Venecia.
La época dorada del clavecín, la viola da gamba y el órgano
En esta época, el clavecín, el órgano, la viola da gamba y el laúd vivieron su gran época dorada a nivel técnico, interpretativo y compositivo. La etapa final del Barroco (1700-1750) será el cenit y el ocaso del clavecín y la viola da gamba que en la segunda mitad del siglo XVIII caerán en el olvido y quedarán totalmente relegados, ya en la época clásica, por sus descendientes, el violín, el violonchelo y el pianoforte.
El laúd, el instrumento renacentista por excelencia, cayó en el olvido ya por 1690-1700, desplazado por la guitarra y el clavecín. El órgano subsistirá pero ya no con el auge anterior.

El órgano
El órgano tuvo ilustres exponentes en toda Europa en el principio del período, donde su música empieza a conocer su edad dorada por su destacable calidad.
Hacia 1650, el órgano entra en decadencia en Italia y en los Países Bajos, donde el instrumento no conocerá más compositores de talla internacional.
A partir de 1710-20, el órgano también entra en decadencia en Francia, por lo que en la última etapa del Barroco no habrá en ese país ningún compositor notable.

clave
Jean Philippe Rameau, François Couperin, Johann Sebastian Bach, Georg Friedrich Händel y Domenico Scarlatti son los más destacables en el ámbito del clavecín de la primera mitad del siglo XVIII, donde representan el máximo apogeo de la música clavecinística barroca.
Rameau y Couperin son los más altos exponentes de la escuela francesa. Cabe mencionar los 4 libros de órdenes (1713, 1717, 1722 y 1730) de Couperin y los libros de suites (1706, 1724 y 1728) de Rameau, que es la cumbre de la música barroca francesa para teclado.
Domenico Scarlatti es el más destacado representante de la música italo-española para teclado, en especial por sus 555 sonatas, compuestas en la Península Ibérica, que exprimen las posibilidades del instrumento creando una obra variada, rica y compleja que destaca por el alcance de la modulación y un cromatismo que se percibe en las tonalidades y ritmos, influidos por la música popular española.
El alemán Händel es el máximo exponente del Barroco inglés para teclado. Destacan entre su obra las 8 grandes Suites (1720), una de las cumbres de la suite para teclado.
J. S. Bach es quizá el compositor más destacado de todo el período, donde sus obras El clave bien temperado (BWV 846-893), las Variaciones Goldberg BWV 988 y El arte de la fuga son un antes y un después de la música de teclado en general y la cima de la literatura clavecinística barroca. Bach, aunque en su época no fue muy reconocido, dejó tras de sí un gran repertorio de preludios con fugas de suma importancia.
Los géneros y las formas
En los géneros del Barroco ya se percata una clara división en géneros instrumentales y géneros vocales. En el Barroco, gracias al auge de la música instrumental, los géneros instrumentales alcanzan su madurez y se crean los primeros grandes géneros instrumentales: la sonata, el concierto y la suite.
En el ámbito de los géneros vocales, junto con los géneros antiguos del motete y la misa, se crean tres importantes géneros que darán una época dorada a los géneros vocales: La cantata, la ópera y el oratorio, siendo la ópera el género vocal nuevo más importante del Barroco y uno de los de la música académica.

Los géneros vocales
La ópera
Las corrientes humanistas buscaban una renovación del antiguo teatro griego, en particular el grupo conocido como camerata florentina, basándose al mismo tiempo en formas musicales recientes, como el drama litúrgico, el drama pastoral, las comedias madrigalescas con figuras de la commedia dell'arte y los intermezzi teatrales.
Les interesaba sobre todo la antigua monodia helénica con acompañamiento de kithara. Vincenzo Galilei, padre de Galileo el astrónomo, escribió en 1581 un tratado contra el género musical polifónico neerlandés bajo el título Dialogo della Musica Antica e della Moderna.
Los géneros musicales recitativo, espressivo y representativo llevan a nuevas libertades en los medios sonoros empleados en las composiciones - disonancias y modulaciones.
Entre las primeras óperas conservadas se cuentan Dafne de Jacopo Peri, cuyo tema fue tomado de las Metamorfosis de Ovidio, Eurídice de Giulio Caccini y Orfeo de Claudio Monteverdi.

El motete
El motete es una forma musical ya marginal en el Barroco. La denominación se reserva para ciertas composiciones religiosas corales escritas a varias voces iguales, frecuentemente en un estilo obsoleto. En el siglo XVII mantuvo cierta vigencia en Alemania e Italia, y en el XVIII aún se usaba a veces la palabra para designar algunas cantatas de estilo concertante.
La cantata
La asunción de la monodia, el recitativo y el estilo concertante por la música de iglesia dio lugar a una nueva forma musical, la cantata, obra de uso litúrgico que intercalaba sinfonías instrumentales, recitativos, arias y coros. Se escribieron también cantatas profanas de cámara.

Los géneros instrumentales
La sonata
Obra instrumental de cámara escrita para uno o dos instrumentos melódicos (violín, flauta travesera, oboe...) y bajo continuo. Derivó de la canzona del Barroco Temprano. Entre los más célebres autores de sonatas están Corelli, Vivaldi y Bach.
A mediados del siglo XVIII la palabra designa también obras para tecla, tales como las más de quinientas sonatas para clave de Domenico Scarlatti.
Preludios, tocatas, fantasías y fugas
Por regla general, si hay preludio, detrás va una fuga. Los preludios son piezas de dos o tres páginas con una dosis de técnica. Son piezas expresivas, cargadas y con libre interpretación, ya que los trinos y los ornamentos son libres (los crea el propio ejecutante, sin que estén escritos). Las fugas suelen ser a 2, 3, 4 ó 5 voces. Una fuga a dos voces significa que hay una voz con una célula (uno o dos compases) que crea un motivo (una melodía) y al cabo de un tiempo la otra voz lo imita. Una vez imitado, transpone (cambia de tonalidad), hace alguna variación o crea unas falsas repeticiones conocidas como puentes o colas (repetición de la célula sin hacer el motivo completo, sino que simplemente se repite la célula para cambiar, en la mayoría de los casos, de tonalidad). Si una fuga es a tres voces, pasa lo mismo, pero el motivo debe de repetirse tres veces (en voces distintas) y así sucesivamente (si es a cuatro voces, cuatro veces se verá el motivo...).
La suite
Una suite es un conjunto de movimientos o piezas de danza agrupados.
La suite habitualmente tenía seis partes:
Allemande: danza alemana de compás cuaternario y tempo moderado.
Courante: movimiento que generalmente es un poco más rápido que el anterior, de compás ternario y frecuentes hemiolias.
Zarabanda: danza lenta de compás ternario que acentúa característicamente su segundo pulso, de origen español.
Giga: danza rápida en diversos compases de subdivisión ternaria, de origen irlandés.
Minué: obra parecida a un vals. La suite suele contener dos minués emparejados.
Rondó: pequeña obra basada en la repetición de un tema (A), con intrusiones de (B, C, D, etc.).
Dentro de la suite, la música es digna, aristocrática, vigorosamente rítmica y melódicamente rica, con esa reunión de variedad y decoro de encanto italiano y gravedad teutónica, tan característica de esta época en Alemania.

Intérpretes contemporáneos de música barroca
En la actualidad la música barroca es interpretada por un gran número de conjuntos musicales en todo el mundo, incluyendo aquellas que ejecutan una amplia variedad de música clásica; existen, sin embargo, conjuntos que se han especializado en música de este periodo, entre los que destacan Ars Antiqua (Austria), Ars Rediviva (República Checa), Collegium Musicum Den Haag (Holanda), Les Cyclopes (Francia), Florilegium early music ensemble (Inglaterra), Fretwork (Inglaterra), Hannoversche Hofkapelle (Alemania), The Harp Consort (varios países), Hilliard Ensemble (Inglaterra), Il Giardino Armonico (Italia), L'Arpeggiata (Europa), Les Muffatti (Bélgica), Musica Antiqua Köln (Alemania), Oni Wytars (varios países), Phantasm (Inglaterra), Red Priest (Inglaterra), Respectable Groove (Inglaterra), Rose Consort of Viols (Inglaterra), Salomon Quartet y Sarband (Alemania), entre otros.

Una de las principales características de estos grupos es que buscan rescatar estilos de interpretación e instrumentos propios de la época barroca. Utilizan afinaciones distintas a las empleadas por las orquestas sinfónicas actuales, así como tempos y ritmos poco ortodoxos (de acuerdo al canon que ha imperado desde finales del S. XIX en Occidente).

1 comentario:

  1. Como dije en mi comentario anterior: ¡Muy buen sitio!... ¿Que pasa entonces @Erick Morales? ¿Por que lo tiene tan abandonado?..Esperamos más publicaciones suyas.

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